PROCESO DE ORALIDAD Y ESCRITURA.

El voto verde

Por: Andrés Hoyos

COLOMBIA NO ES EL MISMO PAÍS QUE recibió Álvaro Uribe en 2002 y, a pesar de las reiteradas objeciones que he expresado en esta columna, tengo que aceptar que así no estemos bien, podríamos estar mucho peor.

Lo que no logran entender los furibistas es que los aciertos parciales de Uribe forman hoy parte del inventario, mientras que sus abundantes desaciertos deben ser reparados. Más importante aún: hay que cambiar de énfasis, entre otras cosas para ponerle la cuarta pata a la mesa de la seguridad, la del empleo rural. A mi juicio, la mejor persona para hacerlo es Antanas Mockus y el mejor partido el Partido Verde.

Pese al extraño síndrome de infalibilidad que padecen, los políticos en el poder siempre se equivocan. No obstante, los errores de Uribe fueron más allá de lo normal. Dicho de otro modo, era posible una política de derecha menos destructiva que la que Uribe presidió y, sobre todo, que la que les permitió ejecutar a sus subalternos más influyentes. El punto de quiebre vino, como se sabe, con la aprobación del “articulito” de la reelección. ¿Se podía pasar esta reforma constitucional limpiamente por el impresentable Congreso elegido en 2002, donde los paramilitares y sus amigos tenían una influencia tan amplia y donde la corrupción era tan alta? Los furibistas dicen que no y así justifican lo que se ha venido a conocer como la yidispolítica. Ignoro si había otro camino, lo que sí sé es que nunca lo intentaron.

La yidispolítica constituyó el punto de no retorno, pues las pretensiones de pulcritud fueron desechadas de inmediato. El Presidente decidió que por lealtad tenía que sostener hasta la catástrofe a los ministros más incompetentes que se untaron en el proceso de la reelección, lo cual corrompió al círculo interno, pues allí quedó claro que el trabajo sucio era lo que de verdad pagaba. Pronto arreciaron las chuzadas del DAS –en respuesta a órdenes dadas o no–, el descaro clientelista en el Congreso, la plata sucia en las elecciones parlamentarias, en síntesis, el veneno de la ilegalidad.

Mockus enfatiza lo contario y constituye, por ello mismo, un antídoto. Antanas no es un caudillo, sino un líder que ha madurado mucho desde que fue lanzado al estrellato por un escándalo pintoresco. Mockus, a diferencia de Uribe, se rodea bien y llegaría a la Presidencia sin deudas cuantiosas, salvo por las muy manejables que tiene con los tres ex alcaldes protagonistas del Partido Verde, ninguno de los cuales ha demostrado tener espíritu clientelista. A lo sumo habrá algún experto al que quieran promover, lo que me parece legítimo. Con Mockus veríamos, pues, figuras de muy alta preparación en los puestos clave del Estado.

Subsisten dos incógnitas. La primera es obvia: saber si el empuje actual les alcanza a los verdes para ganar en segunda vuelta. Eso dependerá de la clase media y de la provincia, dos sectores a los que hay que saber hablarles en forma directa y clara, y de una disciplina y un aplomo que no siempre han sido evidentes.

La segunda incógnita es la gobernabilidad después del posible triunfo verde. Cuando vaya por primera vez al Capitolio, Mockus oirá un gruñido. Sin embargo, allí están acostumbrados a gruñir, no a morder, y los acuerdos son posibles. Aun así, el ministerio más importante en una administración Mockus, tal vez junto con el de Defensa, sería el del Interior. Bien podrían anticiparnos los nombres, como para saber a qué atenernos.

ANALISIS EL VOTO VERDE

LECTURA CRITICA

Para comenzar a hacer un análisis objetivo del texto anteriormente mencionado, “el voto verde”, escrito por el columnista del espectador  Andrés Hoyos en la página de opinión del mismo diario, hay que mencionar tres focos principales de análisis, como primer foco nos centraremos en una breve descripción del autor y sus tendencias, como segundo foco, tendríamos que analizar la estructura literaria que compone dicho editorial, y como tercer y último foco de análisis hablaremos del contenido como tal y realizaremos una crítica objetiva del mismo.

Para la elaboración  una crítica objetiva y analítica sobre el texto anterior, quisiera comenzar haciendo referencia al tipo de critica que voy a utilizar en el texto a seguir.

Cuando hablamos de crítica literaria tenemos como obligación referirnos a dos grandes modelos de la crítica, la critica objetiva-científica y la critica subjetiva, en el texto anteriormente citado extraído de la fuente periodística el espectador, podemos encontrar un alto contenido de información política de actualidad, lo cual nos conlleva a utilizar una crítica subjetiva si vamos a referirnos a su contenido como tal, y si vamos a hablar de la estructura del texto como construcción literaria podríamos utilizar fuentes de comparación, y hacer entonces una crítica más objetiva al respecto.

Para centrarnos de una vez en el texto anterior y construir una muy buena crítica con respecto a su contenido y su estructura literaria, quiero mencionar y dejar en claro que su contenido político y su tendencia electoral no tendrán influencia en el texto a desarrollar.

Al comienzo se mencionaron tres puntos focales de estudio, que serian la base para edificar una buena crítica sobre el texto, dentro de esos puntos focales se encuentra una muy importante y es el autor; del señor Andrés Hoyos, conocemos que es el director de la revista el malpensante, y como es evidente es un muy buen columnista de opinión en  el diario el espectador, en lo oculto, o quizás no mucho de su editorial, “el voto verde”,  nos dejo conocer de sus tendencias políticas de centro y su inconformidad con muchos de los procesos llevados a cabo en el gobierno actual.

En una entrevista que se le realizo en el diario el espectador, en su famosa tómbola, nos dejo conocer, un Andrés Hoyos muy discreto manejando un bajo perfil y siendo muy conciso en sus respuestas, menciono que le gusta lo que hace, que se siente orgulloso de tener un hijo, que no le gusta hablar de frustraciones entre otras cosas.

Para no hablar más trivialidades del autor y rellenar nuestro texto de contenidos no muy importantes, quisiera comenzar un análisis más literario del texto, “el voto verde”.

Refiriéndonos a la estructura literaria, podemos asumir de una vez la subjetividad del contenido, ya que el género periodístico, narrativo, del que se deriva el anterior texto es parcialmente subjetivo, y se refiere a una opinión personal del autor, con respecto a un tema de interés, en este caso un tema de actualidad y alto revuelo como son las elecciones para presidente, y todo lo que en su entorno se envuelve.

Ya que mencionamos el contenido del anterior editorial, centrémonos en un análisis objetivo del mismo y escudriñemos sus recodos para construir una muy buena crítica al respecto.

En el texto, “el voto verde”, el autor trata de involucrarse e inmiscuirse, en dos temas muy paralelos en la actualidad, como lo son la tendencia de voto, y una muy fuerte crítica al gobierno que abandona su lugar, como ya lo había mencionado en algún punto de mi texto no voy a mezclar mis tendencias políticas, ni las del autor, para criticar el editorial, aunque tratare de mantenerme muy al margen criticare desde mi posición y conocimiento haciendo un paralelo con el punto de vista del autor.

Como todo ser participante actualmente en nuestro país, me doy por enterada que la ola verde del candidato antanas mockus y su grupo de trabajo dentro del partido verde, está creciendo a pasos agigantados y la tendencia de voto de los colombianos lo respalda en las encuestas, el señor Andrés Hoyos, en su editorial sale a favor del este candidato y lo respalda haciendo alarde de su honestidad y pulcra vida pública, aunque reconoce algunos logros del señor presidente, doctor, Álvaro Uribe Vélez, es algo punzante cuando se refiere a él y a su proceso como jefe de estado, en el editorial menciono una cantidad exorbitante de escándalos y fracasos que involucran al presidente actual, pero por el contrario sale a la defensa del candidato antes mencionado.

Yo desde mi punto de vista estoy de acuerdo con que el autor salga en pro del candidato que defiende sus tendencias políticas, por el contrario no estoy de acuerdo, con la forma en que utiliza el saliente jefe de estado, para darle coherencia a su editorial y apoyar sus argumentos, aunque no por esto es que se me haga extraño, si por estos días este tipo de campañas está de moda.

Para terminar quisiera aclarar, que el texto, “el voto verde”, es una excelente construcción literaria, escrita por un excelente autor, en un excelente e influyente diario del país.


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